En el ámbito educativo, se puede
visualizar un infinito número de estrategias de enseñanza y de
aprendizaje, que permiten, tanto al docente como al participante, mejorar
la calidad académica al momento de explorar e identificar cuál es
la estrategia más asertiva que permita el procesamiento y uso de una
determinada información adquirida. Por lo tanto, González y Díaz (2005),
comenta que dentro de este campo, se puede incluir las siguientes estrategias:
§1. Estrategias
atencionales: dirigidas al control de la atención de
la persona y en que ésta, se centre en la tarea. Por ejemplo,
preguntas insertadas, el uso de pistas o claves y el uso de ilustraciones.
§2. Estrategias
de codificación, elaboración y organización de la información: son las que
controlan los procesos de reestructuración y personalización de la
información, para integrarla mejor en la estructura cognitiva, a
través de tácticas como el subrayado, epigrafiado,
resumen, esquema, mapas conceptuales, cuadros sinópticos, entre otras.
§3. Estrategias
de repetición y almacenamiento: son las que controlan los procesos de retención
y memoria a corto y largo plazo, a través de tácticas como la copia,
repetición, recursos nemotécnicos, establecimiento de conexiones significativas,
entre otras.
§4. Estrategias
de personalización y creatividad: incluyen
el pensamiento crítico, la reelaboración de la información, las
propuestas personales creativas, entre otras.
§5. Estrategias
de recuperación de la información: son las que controlan los procesos de
recuerdo y recuperación, a través de tácticas como ejercicios de recuerdo, de
recuperación de la información siguiendo la ruta de conceptos relacionados,
entre otras.
§6. Estrategias
de comunicación y uso de la información adquirida: son las que permiten
utilizar eficazmente la información adquirida, para tareas académicas y de la
vida cotidiana, a través de tácticas como la elaboración de informes, la
realización de síntesis de lo aprendido, la simulación de
exámenes, auto-preguntas, ejercicios de aplicación y transferencia, entre
otras.
Estrategias
de Atencionales
§Las
estrategias
de atención según Díaz y Hernández (1999), están dirigidas al control de la
atención y a centrarse en la tarea. La atención es el proceso mediante el cual
se centra y se sostiene nuestro interés, en algunos de los muchos
estímulos informativos que se reciben del ambiente, por consiguiente, esta
estrategia busca que el proceso de aprendizaje de la persona sea determinante,
debido que a través de ello depende, no sólo cuánta información va a llegar a
nuestro sistema de memoria, sino también, qué clase de información va
a llegar; es decir, la atención opera como un filtro de la información
permitiendo al sujeto separar lo relevante de lo irrelevante.
§En
este sentido, las estrategias que se pueden incluir que sirven para orientar y
mantener la tención, según los autores precitados son:
§Preguntas
intercaladas o insertadas: Preguntas insertadas en la situación de enseñanza o
en un texto. Mantienen la atención y favorecen la práctica, la retención y
la obtención de información relevante.
§Pistas
o claves topográficas y discursivas: Señalamientos que se hacen en un texto o
en la situación de enseñanza para enfatizar y/u organizar elementos relevantes
del contenido por aprender.
§Ilustraciones:
Representación visual de los conceptos, objetos o situaciones de
una teoría o tema específico (fotografías, dibujos,
esquemas, gráficas, dramatizaciones, etcétera).
§En
base de ello, es imprescindible que el docente formule "pistas",
"indicios", preguntas o ilustraciones que centren la atención del
participante durante su proceso aprendizaje y, por ende, le permitan procesar
adecuadamente qué información va a necesitar y cuál va aprehender, en términos
de lo que realmente requiere.
Estrategias de Codificación,
Elaboración y Organización de la Información.
Para
Prieto (1995), las estrategias de procesamiento van directamente dirigidas a la
codificación,
comprensión, retención y reproducción de
los materiales informativos. Así mismo, para dicho autor la
utilización de estas estrategias reside en la calidad del aprendizaje, ya que
una de sus funciones es favorecer el aprendizaje significativo, es por ello,
que buscan lo siguiente:
•Atención;
•Extracción;
•Elaboración;
•Organización
de la información (prelectura, lectura comprensiva,
anotaciones marginales, subrayado, resumen, esquemas, mapas
conceptuales, diagramas, toma de notas y apuntes),
•Almacenamiento
y recuperación (memorización y recursos nemotécnicos).
•Por
otro lado, las estrategias de codificación según Pizano (s/f), son las que
permiten adecuadamente transferir la información de la Memoria de
Corto Plazo (MCP) a la Memoria de Largo Plazo (MLP).
En
este sentido y de acuerdo a los autores precitados, elaborar significa llevar a
cabo actividades que le permitan al participante realizar
alguna construcción simbólica sobre la información que está tratando
de aprender con el propósito de hacerla significativa. Estas construcciones se
pueden lograr mediante dos tipos de elaboraciones: imaginarias y verbales.
Para poder crear elaboraciones efectivas, es necesario involucrarse
activamente en el procesamiento de la información que se desea aprender. Por lo
tanto, implican hacer conexiones entre lo nuevo y lo familiar. Por ejemplo:
•Parafrasear.
•Resumir.
•Crear
analogías.
•Tomar
notas no literales.
•Responder
preguntas (las incluidas en el texto o las que pueda formularse el estudiante).
•Describir
como se relaciona la información nueva con el conocimiento existente.
Las concepciones sobre la lectura han dado razones para considerarla como un proceso interactivo, sin embargo, se presentan algunas dificultades que se generan al intentar valorar la comprensión de la lectura. Para Colomer (2006) el nuevo modelo de lectura supone la interrelación de tres factores: el lector, el texto y el contexto. La relación entre estos tres factores influye en la posibilidad de comprensión del texto y, por lo tanto, en las actividades en y fuera del aula. Por esta razón se torna indispensable indagar y encontrar conocimientos, por un lado, y procedimientos de valoración, por otro, que permitan obtener una comprensión más adecuada de las dificultades que aparecen al evaluar la comprensión de la lectura.
ResponderEliminar